Las bajas temperaturas están al acecho y en zonas de influencia del clima continental, en un par de meses el frío hará estragos. Sin embargo, ello no es óbice para clausurar la terraza hasta la primavera. Los consejos y las plantas que vienen a continuación te ayudarán a mantenerla con vida también durante el otoño (que comienza el 21 de este mes) y el invierno. Va a ser una terraza para el invierno más duro.
Atención al hielo y los macetones… hay materiales anti helada
Has comprado una preciosa maceta de cerámica vidriada, has plantado en ella un espectacular ciprés dorado y a mediados de invierno observas que la primera está descascarillada por el hielo y el segundo, con un aspecto deprimente… ¿Qué ocurre? Que estás en alguna de las dos Castillas o en Madrid o en Aragón o en el oeste de Cataluña, y así se las gasta aquí el clima mesetario, continental extremo. ¿Sabes que hay un material, fibra de vidrio con el que se hacen recipientes que no se degradan ni se rompen con el hielo, y que además pesa muy poco? www.fividrio.es Y tienes a tu disposición resinas, madera y bastantes más materiales que ni se inmutan ante la peligrosa helada.
Especies que se “esconden” durante el invierno: las inteligentes bulbosas y las fuertes bienales
Las especies bulbosas saben pasar el invierno bajo una gruesa capa de hielo para sacar en primavera las más bellas flores. Recurre a las bienales y bulbosas otoñales para tener flores todo tiempo. Entre las primeras, prímulas, pensamientos, margaritas de los prados… Como bulbosas, tulipanes, narcisos, fritilarias…
Las que todo lo resisten, porque han nacido aquí… las especies autóctonas
Plantar especies autóctonas, verdaderamente súper resistentes es una solución que podemos considerar “perfecta”, pero sólo si tu terraza emula las condiciones naturales exigidas por el ejemplar. De qué sirve plantar unas aromáticas en un rincón de sombra de la terraza… Planta especies de resistencia totalmente contrastada en el clima continental; las Coníferas enanas, los arbustos autóctonos, las vivaces alpinas, el durillo…
Los tiestos más delicados hay que situarlos en el lugar más protegido o envolverlos
No compres recipientes de materiales delicados, como madera barnizada, cerámica vidriada, mosaico pegado, lentejuelas de vidrio… El hielo, simplemente, los deshará. Protege el resto de las jardineras y macetones, sobre todo, lo que esté hecho con terracota sin cocer, envolviéndolas con plástico de embalar con burbujas de aire, cartón o arpillera con paja. En la fotografía, una friolera cica (Cycas revoluta) situada en una cubierta de metacrilato de piscina durante el invierno.
Una protección sencilla y lógica: atar las copas de los arbustos
Ata las copas de los arbustos y árboles pequeños como si se tratara de lechugas, es decir, acumula todas las ramas en tus brazos y envuélvelas con una tela firme, como arpillera o lona. Después, fíjalas con cuerdas flexibles, por ejemplo, pita o rafia. En la imagen, una friolera Yucca rostrata, atada de esta manera. También, cubre con generosos acolchados todas las superficies de los sustratos para que el hielo no llegue a las raíces. Pueden ser capas de cáscaras o corteza de pino (a la venta en sacos), o paja.